jueves, 26 de mayo de 2016

Carta a mi sobrina nieta:Miranda (2015)



Querida Miranda (en tu primer cumpleaños).


Quisiera ser mago. Quisiera mimarte, cuidarte, consentirte, que fueras nuestra niña -nuestra hija- y que tengas una vida feliz. Quisiera ser adivino y hacértelo todo más fácil. No para realizarle trampas al destino prediciendo el futuro y favorecerte en desmerito de otros, no. El mundo es tan complejo, y solo quiero ayudarte, buscar un equilibrio. Me pregunto si eso estaría bien, seguramente no, pero es que tengo miedo y no sé como cuidarte. Quisiera contarte cosas acertadas, sin mentiras o medias verdades, contarte las cosas como son –Miranda, este mundo está difícil, pero es el que nos tocó-. Quisiera ser mago para meter en un sombrero todo lo que pueda hacerte daño. Sacarte -de ese mismo sombrero- carcajadas, y un certificado valido de que todo está bien. Columpiarme en tus dientitos de conejo, dormir con tu peluche, jugar con tus piecitos, tus manitas, comerte completica, aguantar con valor los rasguños que nos das cuanto te damos el tetero, y quitarte esos lazos que te ponen que tanto te fastidian. Nadar en tu mar de juegos, o más bien ser tu salvavidas, tu héroe, pues. Solo para cuidarte. Quisiera ser mago y arrojarte polvos especiales -tipo calmante natural- para que te apacigües alguito, pues eres muy muy muy inquieta, y nunca estás tranquila, y tal vez te sirva tener un poquito de calma, especialmente en los abrazos ¿Sabes por qué? por que uno quiere apurruñarte, y darte besitos, jejeje, y tú no te dejas –te resbalan los besos y abrazos-, y te sacudes como un animalito rebelde, pues lo único que quieres es andar por ahí caminando, dando tumbos, abriendo gavetas, destapando cosas, “investigando el área”, y nuestras casas son tan pequeñas que ya te aburre indagar esos rincones conquistados, pues quieres nuevos espacios, como la terraza de nuestro edificio, o el mundo ¿tu independencia?, y miras a uno a la cara, desafiante, subiendo los hombros repetidas veces como diciendo –A mí que me importa- y luego te ríes con esa maravillosa mueca, y todo está solucionado, y te veo y me pongo intenso, reflexivo –fastidioso-, y pienso en tantos niños que nunca pudieron ser niños, y uno entiende que no puede existir la felicidad plena, pero tú no sabes de eso, lo tuyo es descubrir, y solo podemos intentar explicarte cosas y hacerte feliz, y -Dios mío- disculpa, pero es la verdad, el mundo es una porquería, pero estás tú, y está Aura, y hay que hacer algo, y no lamentarse, hacerse el loco e inventar. Tantos sobrinos, todos han pasado por lo mismo, todos se van, sin avisar, sin aceptarlo -y uno se llena de culpas y preguntas-, pero todos han pasado por este primer año de vida, y hoy te toca a ti, y me da tanto miedo, te falta tanto, y sé que no podremos estar ahí más adelante, y sabrá Dios que te dirán, y este libro llamado destino, siempre escrito de esa manera, es tan raro, que uno quisiera huir a ese bosque oscuro y hermoso que son tus ojitos –casi negros- junto a Aura, y olvidarme de todo, esos ojitos que miran con atención aunque tus pies están bailando, y vivir con esos caballitos de mar, esos gritos de felicidad, esos extraños muñequitos que te gustan, y todo ese mundo, tuyo. Pero se supone que debes crecer y hacer algo con tu vida, como todos mis sobrinos, y eso depende de tantas cosas, y nos da tanto miedo, a mi, a tu tia, y a tu abuela, que solo te podemos desear feliz cumpleaños. Hoy pienso en mis sobrinos, en todos, pero especialmente en los más pequeños, casi recién nacidos, en Tiffany, Matías, César Esteban, Isabela, Azarenka y Miranda, y siento alegría mezclada con miedo, es así. Quisiera decirte que el día que naciste, tu tia Aura estaba contigo, y suspendimos un ensayo, y nosotros no suspendemos ensayos, pero lo hicimos. Quisiera decirte que cuando eras muy muy muy chiquita yo era el único al que tú te le pegabas como un osito Koala, abrazada, y te dormías sobre mí –con lo difícil que era para ti dormirte-, y entonces uno llegaba tarde a todos lados, pues no tenía corazón para despertarte, y uno no llega tarde a ningún lado, pero llegaba, y claro que eso es una tontería, pero era importante para mí. Y luego, creciste un poquito, pero seguías “dura de dormir”, y entonces cambié la estrategia, y te abrazaba a lo bravo, y me meneaba muy fuerte, cantando repetidas veces esa frase que inventé, y pum, te dormías, y yo pensaba que tenía una especie de poder extraordinario: El poder de dormirte. Pero como todo súper poder, caduca, y ahora te duermes cuando te pega la regalada gana, y uno entiende a la difícil que no es ningún súper héroe, y tal vez no estemos contigo más adelante, y tal vez ninguno de estos lugares comunes tengan sentido, pero lo tienen para mi. Quisiera decirte que a veces, te me pareces a todos los bebes que han pasado por esta paternidad frustrada representada en mis manos -que se consuela con ser padre de personajes ficticios interpretados por personas lejanas-, que ese parecido se va desvaneciendo como se desvanecen esas cosas. Y te salieron tus dientitos, y empezaste a gatear, a caminar, y te diste tus golpecitos, y todos salimos a consolarte -casi a llorar contigo- pues te daba mucha rabia, buuuaa, para luego salir corriendo nuevamente a la batalla del andar, y volver a caerte, y llorar, y uno no sabía si lo hacías por no tener remordimiento a las caídas o por testaruda. Quisiera que vivieras tu tiempo, que no te dejaras contaminar y que nunca permitas que te digan que NO puedes hacer algo. Pero que seas prudente, valiente, constante y respetuosa –buena mezcla-. Que maduraras a los 3 años y no a los 40, pero, ni modo, cada quien madura cuando le toca –Hazlo pronto, por favor-. Quiero decirte que no estudies para aprobar una materia, hazlo para simplemente aprender, eso es muy valioso y uno lo comprende muy tarde. Quisiera que vivas tu tiempo, tu contexto, tu aquí y ahora, pero igual –por las moscas-, quisiera que te des tu vueltica por Los Beatles, John Lennon, Serrat, Fito, Sabina; Lavoe, Rocío Dúrcal y Mirla Castellanos –estas últimas en honor a tus abuelos-. Que no pierdas tiempo y le entres desde temprano a las tonadas de Simón Diaz –que viene siendo el tio de Venezuela, y eso lo hace un mejor tio-. Que no te dejes complicar con la transculturización, pues cuando uno quiere que el mundo lea a Gallegos, que escuche a Felipe Pirela o inmortalice a Concepción -esas cosas-, uno quiere penetrar en otros mundos ¿Transculturizarlos, será?. Nos penetraron Miranda –hace rato-, y nosotros hacemos lo mismo, ya estamos muy mezclados, y esa es nuestra verdadera identidad, tú disfruta nada más, y que se vayan a levantar sus banderas, a otra parte. Es complejo, pero es así. Quisiera comprarte tu primera edición de: “Piedra de mar” de Francisco Massiani, y esas cosas. Quisiera contarte por qué amo tanto a tu tia, pero deseo contarte la versión larga. Quisiera hablarte de tu abuelo Ernesto. Que te imagines la obra que nunca te escribí -pues no podré- Quisiera aceptar de la mejor manera posible que tendrás que equivocarte, llorar en soledad, y descubrir por qué te tocó a ti esa circunstancia. Comprender que no nos necesitarás. Quisiera entender que tendrás que enamorarte de esa persona -que hoy tal vez sea un bebé como tú- ¿qué tendrás que mentir?, tal vez, no sé. Que tendrás que hacer daño, o no hacer nada -que es peor-. Tendrás que tomar posición, acurrucarte en una trinchera, disparar ideas, salvar vidas, matar de amor, aprender –al menos- este idioma, vestirte de alguna religión, heredar culpas, algunas deudas, y, algún día, -tal vez- escribirle algo parecido a alguna personita que no te pertenece, como hacemos ahora contigo, eres nuestra y nunca lo serás. Quisiéramos, Miranda, que seas muy muy feliz, aunque –tal vez- no estaremos ahí. Te queremos mucho. Uno no quiere ser mago para ser especial, uno quiere ser mago para estar a la altura de tu inocencia con fecha de vencimiento. Para que al quererte a ti, querer –y cuidar- a todos los niños del mundo. Uno quiere ser mago para cuando no estemos, puedas meter tu manita en el sombrero y nos puedas sentir, y cuidarte. Dios te bendiga, loquita. Aura y Paúl.
 
El 22 de agosto de 2015, Mirandita cumple su primer año, y quisiera ser mago.

25 años, junto a Aura. Mayo - mayo.



Aura D´Arthenay

Nacer en abril y nacer en mayo. Morir en sus brazos. Testimoniar.

El 2 de mayo de 1991 –hace 25 años-, Aura y yo, nos hicimos novios. El 3 de mayo de 1996, cinco años después -hace ya 20 años-, nos casábamos por el civil, en la terraza del edificio, el mismo edificio y urbanización -La Carlota- donde nací y crecí. Esa terraza está  justo al frente de nuestro pequeño apartamento, el cual hemos construido con amor, apartamento cuya oportunidad tuvimos, gracias a mi madre, y mi hermana, Luzmila, y que consolidamos gracias a la familia de Aura, a la mía, y nuestro esfuerzo. Para algunos esto pareciera fácil, pues son apenas 26 metros cuadrados, donde las únicas puertas son la de la calle y el baño. Ha sido duro, pero satisfactorio hacer un hogar en ese pequeño espacio. Quiso el destino, que en esa terraza tuviéramos varios buenos momentos, navidades, reuniones con amigos, incluso, algunos ensayos de obras de teatro –ya no, nos lo prohibieron y acaté la orden de bajar el telón. Ya sabemos algo de bajar telones, y seguir-. Hasta mariachis tuvimos en la terraza el día de nuestra boda, los llevó Norma. Recién Nacido, tomé sol en esa terraza, cosas de la vida. El 25 de mayo de 1996 –hoy, hace 20 años-, nos casamos por la iglesia, en Caripe, el querido pueblo, donde Aura nació, creció y donde vive su madre y gran parte de su familia, donde están sembradas personas muy especiales para ella, la casa donde todos se reúnen cuando pueden, y son felices, especialmente en navidad. A, Aura, la conocí en 1988, en la Escuela Nacional de Artes Escénicas César Rengifo –ese era y sigue siendo su nombre-, hace 28 años, recién llegada a Caracas, y recuerdo perfectamente el día que la vi por primera vez –sin sospechar todo lo que viviría con esa mujer-, le pedí que se tomara un café conmigo, pero juro, que no fue con ninguna intención que no haya sido apoyar a una persona nueva en la escuela de teatro, yo ya tenía un año de estudios ahí, y recuerdo lo duro que fue -al menos para mi, persona tímida e introvertida- esos primeros días, rodeada de pronto de compañeros extrovertidos, en pose de no sé que –algunos-, avasallantes, exhibicionistas, maravillosos, distantes, locos, sensibles, complejos, desubicados –otros pocos-, amigos, en fin –Éramos 86, solo en mi salón. Por cierto, dos de esos 86 fueron a nuestra boda civil: Milagro y Ely. Mis compañeros de esa época son inolvidables para mí-. Pocas veces lo he dicho, pero por aquel primer día de clases, casi no hay un segundo día, apunto estuve de no volver, pero volví –gracias Dios-. Tal vez le hubiese ahorrado a quienes no les agrada nuestro trabajo en las tablas la labor teatral presentada hasta la fecha, lo lamentamos de verdad, pero ¿Cómo hacemos?. Lo cierto es que ella, Aura, por alguna razón, me inspiro acercármele y ser amable, cuidarla, querer que volviera el siguiente día y no dudara en volver como lo hice yo. No fuimos muy amigos, los siguientes años. La escuela de teatro era muy exigente, y cada uno estaba en los suyo, pero siempre me agradaba su presencia. Luego, nos hicimos novios, tiempo después. Luis Pardi, quien era el director de la escuela -para el momento- tenía un año de fallecido, y por alguna razón, yo me sentía de duelo todavía, y llegó Aura. Fue muy valiente Aura, al venirse a Caracas, dejar su hermosa casa, su pueblo, ella tan joven, protegida de sus padres, de eso que llaman su zona de confort. Su hermana mayor, Rosario, le avisó de una escuela de teatro y la alojó en Caracas. Ella se vino para cumplir su sueño de ser actriz, de hacer teatro. El balance es positivo, ella realmente es brillante, ha realizado personajes muy buenos. Ha dado clases, dirigido, producido e inspirado cosas buenas, en esencia, ella es actriz, pero es una persona de teatro integral. No quiero hablar más de ese punto –no es la ocasión-, pues algunos compañeros tienen extraños -o distintos- parámetros para medir el éxito, y lo importante es que Aura, es buena actriz, muy responsable, comprometida, buena compañera, y dadas la circunstancias, y como están las cosas, eso me parece casi una excentricidad. Quiero pensar que he ayudado a ese sueño histrión de la flaca, pero realmente es ella la que me ha ayudado a mí, aunque claro, todo lo que hago es para ella y por ella. Somos un equipo, un Pequeño Grupo -con errores y aciertos-, eso quiero pensar. Aura es una persona extraordinaria, desprendida, humilde, honesta, muy trabajadora, y con un sentido del humor que debería explotar más. Ella es lo que se conoce como: Una persona especial. Hoy, en este mes de mayo de 2016, donde cumplimos 25 años de novios, y veinte años de casados, pienso en mi papá, en mi mamá, en los padres de ella, y en Aura –claro-, que es mi mundo, y lo será, por toda la eternidad, independientemente de pase lo que pase con nuestras vidas. Yo apuesto a seguir a su lado. No me tiembla la voz, ni el corazón, ni el teclado –prestado- con que escribo, ni el alma al decirlo, se me hace natural. Sé que estas cosas molestan por las redes sociales –aunque la mayoría ya habrá dejado de leer esto tan largo-, no es mi intención restregarle mi felicidad a nadie, palabra, soy un ser humano con muchos errores, pero discreto en lo posible, no hago esas cosas, pero esta vez –no es irreverencia- no me importa el que dirán, ni los malos chistes que harán. Me importa la verdad y testimoniar el momento. Siempre testimoniar. No se equivoquen, Aura lo es todo. Uno es feliz a ratos, bueno, esos ratos, en esencia son por Aura. Mi familia, claro, algunos breves momentos teatrales, Miranda, pero todo está relacionado con ella. Feliz mes de mayo, 28, 25 y 20 años después, -según como lo mires-. Espero que Dios, la vida, el destino, la suerte -o quien se encargue de ese detallito- me de vida para seguir el andar en este plano, aunque si me fuera hoy mismo, si la muerte pisara mi huerto –como dice Serrat- me iría con algunas angustias y arrepentimientos, sí, pero indudablemente feliz –sabes lo que opino de la felicidad- y agradecido de los padres que tuve, de haber intentado hacer teatro, pero definitivamente feliz de haber compartido la vida, sueños, metas cumplidas, metas no cumplidas, besos, llantos, carcajadas, duelos, complicidades, secretos, aplausos –los de ella-, música, empanadas, viajes, libros, hojas en blanco, Piedra de mar, abrazos, ropa, cepillos de dientes, vasos de agua, miserias, panes con queso –los de ella con mantequilla, los míos sin mantequilla-, Caracas, Beatles, Luis Miguel –por ella, claro-, Serrat, pañitos de limpieza, Soles, lunas, Padres, comidas abundantes, resuelves, Caripe, temores, ideas, cargadas de pesadas maletas, ídolos, computadoras, columnas lastimadas, comer en la cama, dolores de cabezas por no tomar café, alivios, café, sobrinos, diagramaciones, familias, eternidades y listas, con tan maravillosa mujer. –Caramba. Ser feliz en este complejo mundo. Mérito tuyo, Aura-

Paúl (Para Aura)

sábado, 14 de mayo de 2016

“Cartas a Pirela” (Pirela muere el 2 de julio de 1972)



De “Cartas a Pirela” (Pirela muere el 2 de julio de 1972) La noticia:
La muerte:  Que nadie se enamore más nunca en esta vida, sino en la próxima. Que nadie componga un bolero más. Que Manzanero mejor escriba cuentos infantiles. Que los secretos se divulguen por puro honor a la verdad. Que los homosexuales no solo salgan del closet, sino que salgan de la oscuridad a la luz de la vida, para siempre y triunfantes. Que John Lennon se cuide, que se encierre en su fama, la muerte lo busca, las balas lo esperan, ya ellas encontraron a “la voz”. Que los asesinos se arrepientan y pidan perdón. Que los fanáticos no cambien de opinión, y nunca los perdonen. Que se abran las cárceles para que salgan los inocentes y se llenen de “Portabales” (o como sea que se llame ese infeliz). Que la poesía se atragante en el sueño de nuevos cantantes hambrientos de fama. Que La Billo’s despida a su pianista, y siga eternamente en aquel autobús, rumbo a aquel toque de despedida al cantor (el último que dio en esa orquesta). Mejor, que las orquestas dejen de tocar, o que los toques nocturnos se hagan de día. Que Héctor Lavoe, repita ese homenaje a Felipe con su disco -mil veces-, pero que nunca viaje a Nueva York, la muerte también lo espera pero con su bala asesina es un polvo blanco, y otras cosas. Que Lennys no nazca de ese vientre, que nazca en otra cuna, o que no crezca, o que su madre no se case con esa leyenda. Que el joven, José Luis Rodríguez, no sustituya a nadie en esa orquesta. Que Puerto Rico se arrepienta. Que Venezuela se abstenga. Que las balas se fundan en el fuego de un escándalo, de un amor, de un secreto, de una canción, pero que no penetren ese cuerpo, por favor. Señoras y señores, Felipe Pirela ha muerto, y nadie podrá explicar lo que pasó.
Canción para terminar escena.
Cuadro ¿Dónde estabas cuando te enteraste de la muerte de Pirela?
Mujer:         No te voy a responder que estaba en el trabajo, que estaba en la casa, que estaba en la universidad, que estaba en el mercado, en la plaza, en la iglesia… Solo sé que estaba, y me enteré, y desde ese día ya no estoy en ningún lado.
Hombre:     En casa, lo recuerdo  muy bien. Mi hermana llegó  llorando, no podía hablar, lloraba y lloraba. Algo malo había pasado, obvio, pero no sabía que. -¿Qué pasa Beatriz? ¿Mamá? ¿Papá?- Le decía ya preso de los nervios, y ella solo atinó a ir al tocadiscos, tomar un Long-play de Pirela y colocarlo a todo volumen. Ahí lo supe todo, ahí comprendí que Felipe había muerto, pues su voz ya era distinta, era la misma grabación que uno escuchaba, pero su voz era diferente…
Mujer:         Yo estaba en la oficina, escuchando radio, y me di cuenta que ponían y ponían canciones de Pirela, de pronto comprendí que casi nunca ponían canciones de Pirela en la radio. No lo había reflexionado, pero en ese momento me di cuenta de eso -¿Por qué será?-. Pensé -¿Será un veto?- Pirela se mantenía vigente por tantos discos vendidos, y por el recuerdo, pero les aseguro, a él no lo radiaban… Pero al escuchar tantas canciones de él en la emisora comprendí que había muerto. Tardío homenaje, ¿o nunca es tarde?
Hombre:     Estaba en el vientre de mi mamá. Se puede decir que le debo la vida a Pirela. Mamá, en un ataque de sinceridad me lo confesó. Ella me iba a abortar, estaba en el lugar donde se lo practicarían. Ahí se enteró de la muerte de Pirela, por un radio que estaba prendido por ahí, el locutor que daba la noticia conocía a la familia del Pirela Morán, y empezó a hablar del dolor que estaría sintiendo la mamá de este, que al parecer amaba mucho a su hijo. “Mamá Lucia”, como todos la conocían. El locutor contaba anécdotas familiares, y mi mamá sintió ese dolor de madre, y aquí estoy, Felipe Montiel, me llamo Felipe, como Pirela, no soy famoso como él, ni canto, pero estoy vivo y soy feliz
Mujer:         La gente se enteró de la muerte de Gardel, en Buenos Aires, pues en los muelles, los barcos empezaron a sonar sus fuertes bocinas. Entiendan que las comunicaciones no eran como son ahora, pero la gente lo entendió. El morocho había muerto -Ahora sí somos pobres-, pensó el pueblo. Sin hacer tontas comparaciones, 32 años después, supimos que Pirela había muerto pues el sol quemaba distinto, el lago de Maracaibo tenía un color diferente ¿Dónde estaba? Cruzando el lago, entre al puente desprevenida, y cuando salí de él, ya éramos huérfanos.
Hombre:     La verdad no recuerdo, no me importó mucho, lo lamenté, como toda muerte, pero… Pirela desde que dejó la Billo’s no me gustó, no sé… lo tomé como una traición, tal vez estoy equivocado, tal vez es mi amor por La Billo’s, pero no recuerdo donde estaba…
Mujer:         Yo estaba con un noviecito que tenía, estábamos nerviosos, queríamos entrar a un hotel, ustedes entienden, fue hace tanto tiempo, era la primera vez. En la recepción el hombre que atendía estaba pegado a la radio, estupefacto por lo que escuchaba, no nos hacia caso. Oscar, mi novio, se envalentonó y pidió servicio, y el tipo lo cayó de una –Amantes novatos, váyanse de aquí, Pirela se murió, el amor está de luto- Gritó como dolido. Salimos de ahí, confundidos y tristes, por nuestro deseo frustrado, y por Pirela. Oscar y yo nos seguimos viendo en liceo, pero nuestro noviazgo o lo que sea que teníamos termino ahí… con Pirela. La muerte de Pirela, nos separó…
Hombre:     Yo estaba en un hospital, visitaba a un amigo que era enfermero. A mi me gustaba él, Pirela. Claro, su voz, sus canciones. Pero a mi me gustaba él. Me explico, si el habría sido zapatero, abogado, carnicero, me habría gustado igual, pues a mi me gustaba él, no su fama. Era dulce, suave, tímido, hasta tonto era, pero había un volcán en su alma. Su muerte, para mí, no fue la muerte de un ídolo, fue la muerte de un ser humano.
Canción para terminar este cuadro.
Cuadro de la madre:
La madre:   (DESGARRADA) ¡¡¡Nooooo!!! A Felipe me lo traen a Maracaibo ¿Qué vaina es esa de enterrarlo en Puerto. Rico? Allá me lo mataron, allá NO me lo van a sembrar… ¡¿Qué?! ¿Qué esa era su última voluntad? Puras mentiras. Un hombre de 30 años no tiene últimas voluntades, no piensa en la muerte. Eso es para una vieja como yo. Es más, esa es mi última voluntad, que a mi hijo lo entierren en su tierra. Yo soy su mamá y aquí se hace lo que yo diga, es por su bien (DESVARIANDO) Abrígate Pipito, cuídate ese pecho, ponte las cholas, no me salgas a la calle (DESVARIANDO) ¿Muerto? Y entonces ¿Quien era el cantaba ayer? yo lo escuché ¿era una grabación?. No. Era su voz, yo lo sentí, ¿Será que ya no siento como es? (REVIVIENDO MOMENTOS REMOTOS) Pipito, venga pa’ ca, que no quiero que coja calle, usted se queda aquí conmigo, en mi falda, no importa que le digan enfaldao, en mi falda usted estará cuidado. Eso se lo dicen por envidia, pues a usted lo envidian mucho (NOSTÁLGICA) ¿Recuerdas Pipito? Cuando decías
-mamá Lucia, cuando sea famoso le voy a comprar una casa muy grande y bonita- 
-Que Dios diga amen, y que “San Martin de Porras” lo ayude-. Y Dios dijo amen, y así llegó la fama y la casa, alquilada, lo que la fama logró, y San Martin de Porras permitió, como una familia: Tu esposa, Mariela, tu hija, Lennys, mi nieta pues, y algunos hermanos (TRISTE) Pero no se pudo mantener la casa, como llegó se fue, como la fama, como la vida… y volvimos aquí, de donde nunca debimos salir, yo no quería casas, joyas, yo quería a mi hijo, y Dios dijo amen ¿Dios dijo amen para tu muerte? Dios ¿Tu tuviste que ver? (CON DOLOR) ¿Por qué te odian tanto? ¿Por qué te aman tanto? O te odian o te aman. No hay medias tintas contigo. Voy a rezar por ti, por todos mis hijos, pero especialmente por ti. Dios, amé a dos Felipe Pirela en mi vida, los dos me abandonaron. Amé a todos mis hijos por igual, pues una madre quiere a todos sus hijos sin distingos… pero era que él me quería de más. Te me escapaste de mi falda, y te mataron Pipito.
Canción para terminar este cuadro.
Mariela ante Pirela
(La esposa de Pirela se enfrenta a la realidad. Descubre que su esposo es homosexual. Su discurso está construido en cambios bruscos de intención: Dolor, rabia, confusión, extravío)
Mariela:      Felipe, Felipe ¿Cómo es posible? ¿Tú Felipe? ¿Soy tu próxima canción? ¿Tú inspiración perversa? ¿Qué soy para ti? No. Mejor dime ¿Quién eres? (DOLIDA) ¿Quién te crees, maricón? ¿Te crees “La voz”? ¿Crees que por tu don tienes inmunidad para hacerles daño a las personas? ¿A las mujeres? Sí, las mujeres, con senos, con vaginas, con nalgas tersas, con la piel de porcelana libre de vellos, como mil veces la preparé para ti ¿Te crees “el talento”? ¿El bolerista de América? Bolas es lo que te falta, bolerista ¿Quién te crees para cambiarme por… por… un hombre? (DESVARIANDO) ¿Cómo hago para luchar contra un hombre? Me habría gustado pelearte con una mujer, imaginarte besar sus senos, compararlos con los míos, morir de celos… y renacer de nuevo en tus labios… pero… pero… ¿un hombre? Mi mamá lo sabía, por eso la odias tanto. Pero yo tenía 14 años ¿Lo sabía tu mamá? ¿Ella fue la que te metió a marico? ¿Lo sabía tu familia? Claro que lo sabían ¿Fue por aquello que te pasó? (DOLIDA) ¿Es que no te lleno? ¿Es que no soy lo suficiente mujer? ¿O es que la mariconería es más fuerte que mi belleza? ¿No te gusto, Felipe? ¿Es que mis besos no te inspiran una canción? Dime Felipe, dime por Dios, el mismo Dios que nos bendijo aquel día que nos casamos. Claro, ahora lo veo todo, ahora lo entiendo, ahora entiendo esas noches donde me dejabas solas, ese extraño comportamiento, ese misterio. Yo pensaba que tu comportamiento era por ser cantante, por ser famoso, por ser amado. -Cálmate Mariela, compórtate como la esposa de un artista- Eso me decía. Me preparé para luchar contra la fama, alguna mujer, pero ¿un hombre? (CON RENCOR) Te voy a joder, Felipe, Felipe no, ya no eres Felipe para mi, ahora eres solo (CON DESPRECIO) Pirela, eres un objeto. Una cosa, un producto, eso eres… como un champú, un jabón de mal olor, eres algo que tiene fecha de vencimiento. Algo que se usa y se bota. Algo donde las sanguijuelas vienen a chupar para luego abandonar. Vives pensando que todos te quieren perjudicar, que todos te quieren hacer mal, pues anótame en tu lista, imbécil. Te voy a joder, y consuélate al saber que ese dolor no será ni la mitad de mi dolor, ahí también te ganaré, pues tu dolor no será tan grande como el mío, mi rencor, mi venganza. Pues yo te daré en el ego… (LLORA) Pero tú me diste en mis sentimientos de mujer, y ese dolor es más profundo. Claro ¿Qué vas a saber tú del dolor de una mujer?, para comprender eso, hay que ser un hombre. No, tampoco será con nuestra hija, perdón, con MI HIJA, pues es mía, perdiste todo derecho sobre ella, los maricones no pueden ser padres, ellos son maricones. No, ese no será tu dolor, eso te dolerá, digo yo, pues te la quitaré, no la tendrás, veremos si el maricón con el que te revuelcas te dará una hija como te la di yo. Pero no. No será mi hija, que es una mujer. Te daré en tu fama, en tus admiradores, nadie querrá escucharte, solo los maricones como tu, pero ellos también se cansarán de ti, cuando te quedes sin plata, pues esos tipos seguramente solo te usan, como me usaste a mí. Nadie te contratará, pues nadie querrá escuchar a un maricón que le canta al amor de una mujer pensando en un hombre. Eres un falso como tu voz, como ese sentimiento que tienes al cantar. Y cuando no puedas más, cuando el dolor te haya vencido, cuando comprendas que no tienes los pantalones -pues no los tienes-, vendrás a mí, a pedir perdón, pero ya será tarde. Te destruiré, ese será mi norte como el tuyo es cantar ¿Mala? ¿Soy mala? No. Soy mujer, amante, soy lo que ya no seré, pues me mataste Pirela. Era la niña de la casa, 14 años Pirela, y llegaste tú aquella noche, y te conocí, y me convertí en mujer por ti, 14 años. Eres un drogadicto, me perdiste, me involucraste, me ensuciaste, eres un perverso, pervertido, eres un enfaldado de tu madre (IRÓNICA) ¿Tu mamá te quería hombrecito? Pobrecito (DOLIDA) Pues ponte los pantalones, ya es hora. ¿Te violaron de niño? ¿Crees que he olvidado todo lo que me has contado? No, lo recuerdo y todos lo sabrán, diré lo que es, y lo que no es, sembraré la duda… Pues tú me violaste de mujer, me violaste el amor, y esa violación es peor (LLORA) ¿Por qué te casaste conmigo? ¿Para ocultar tu mariconera? ¿Me amabas Pirela? ¿Me llegaste amar? (CON RABIA) Mira tú, champú, respóndeme, pasta de dientes ¿Te casaste conmigo por qué me embaracé? ¿O me amabas? ¿Me dedicaste esas canciones? ¿Cuándo me hacías el amor pensabas en algún hombre? No, no me respondas, que sea ese tu único secreto, pero te mataré Pirela… te mataré… (PIRELA DESPIERTA)
Pirela:         Coño, esa maldita pesadilla otra vez…
Canción para este cuadro.
Cuadro del desagravio:
Mujer:         Si Pirela era homosexual, entonces yo soy marciana. No tengo prejuicios al respecto, con varios gays anduve en mi vida, es decir, fui y soy amiga de muchos de ellos, siempre me pareció algo normal, y hubo varios que me gustaron, por lindos, sencillamente, para ´pasear por ahí. Pero a mí, en la cama, me gustan hombres, y Pirela era un hombre. Lo cortés no quita lo valiente. Él era amable, tranquilo, joven, pero eso no lo quitaba lo hombre, lo buena cama. Le gustaba vestirse bien arreglarse, tal vez eso que hoy llaman metrosexuales, pero era un hombre. No, no, es que no. Uno supiera, hay bisexuales que podrían hasta engañarte, no sé, pero no él. Ese hombre que me amaba de aquella manera, que se entregaba con la timidez del principiante y la fuerza del gran amante no podía ser homosexual. Si esa mujer lo acusa de esa manera tan vehemente, no sé, por algo será, después de vivir lo que viví con él, tal vez la cosa sea al revés, no que a esa mujer le gusten las mujeres, pero tal vez no lo supo hacer feliz y se desquito diciendo eso, no sería la primera ni la última. Tal vez maricón era el padre de esa muchacha ¿Qué te puedo decir?
Canción para este cuadro.
Cuadro de Felipe habla:
Felipe:         Tal vez, muchos quieran escucharme a mí, pero ¿Para qué hablar de aquí? Si digo que sí lo fui, que sí lo hice, que sí estuve ahí, dirán que soy un descarado, o que tarde he hablado, como si tendría que hablar de mi pasado. Si digo que no, dirán que miento, que tengo algo oculto a destiempo. Siempre saldrá alguien que no conozco diciendo cualquier cosa sobre la piel de mi espalda. Gente que sabe de mi más que lo que sé yo. Al ser cantante, al ser artista, de todos un poco soy, ya lo habrán visto. Al ser de todos, como lo soy yo, te conviertes en algo común, de la familia, como un manojo de llaves. (OCURRENTE, ILUMINADO) Mejor hablar de unas llaves, de ese grupito de cositas aplastadas que tiene usted en su cartera, señora, o que tal vez tenga en su bolsillo, señor, algunas plateadas, otras doradas, pequeñas, grandes, clasificadas. Probablemente unidas con un arito, como un anillo de matrimonio, tal vez. Adornadas con un bello llavero, o con un cordel vulgar, el fin es igual. Así como la gente elegante come caviar, a los marranos también les ha de gustar. Son muy importantes las llaves, pero las suyas, pues las del vecino ¿A usted que le puede importar? Salvo que violar la intimidad de aquellas personas quiera usted realizar. Tan importantes son, y uno no se da cuenta, no les da razón. Pero basta que uno las pierda, que uno no las encuentre para desesperarse, volverse loco deseándolas recuperar. A veces se pierden para siempre, y más nunca puedes entrar. Así como cuando se va el amor. A una llave se le puede sacar una copia, y esta puede cumplir las mismas funciones por igual, pero no será como la original. Una llave es vital, pueden descifrar los misterios de un secreto y ¡¡clam!!, a veces con un truquito de muñeca la puedes vencer. Una llave penetra, como penetra el amor, como penetran tantas cosas. Una llave abre cosas, puertas, candados, todo… Como uno enamorado de la vida abre el corazón. Una llave cree no poder ser penetrada, pero sí, lo haces al tenerla en la mano y no usarla. Al vetarlas. Una llave sabe secretos, guarda dinero, guarda la libertad de un preso, inocente o culpable, da igual. Una llave mal copiada es tan inservible como la hipocresía que es lo mismo a un mal arreglo musical. Pueden ser herramientas, sacar grapas, raspar un ticket de lotería, algunos se rascan la cabeza con ellas, se hurgan las orejas, un mal uso de verdad. Unas llaves pueden ser un juguete para un niño al hacerlas sonar, pueden ser un instrumento para un músico al hacerlas sonar, pueden golpear a un agresor, eso las convierte en un arma letal. Una llave doblada, puede con suerte funcionar, otras no. La llave de la habitación de hotel, pequeña, cuantas cosas guarda en el. A una llave le puedes disparar y tal vez se maltrate, pero puede seguir funcionando. Tal vez no. ¿Para qué hablar de mí?  Hablemos de unas llaves, eso soy. Soy importante solo para mí, me llevan en un bolsillo, en un casete con mis canciones me lleva usted. En una cartera pueden llevar un disco con mi voz. Solo quisieron violar mi intimidad. Se preocuparon por mí cuando me perdía -como unas llaves-, cuando me perdía y querían que pagara la cuenta. Cuando me perdieron por esas balas asesinas me empezaron a radiar. Un veto me tenían montado los que hoy me ponen a sonar. Como vetaron a Billo’s. Me mal usaron como los que las orejas con las llaves se quiere limpiar. Quisieron sacar copias de mí, eso fueron, copias nada más, como unas llaves. Guardé secretos, pero no guardé dinero, lo regalé, guardé libertad siendo inocente y culpable, al igual que usted, fui un juguete, fui un arma con mi voz. Me doblaron, como se dobla una llave mal usada. Fui la llave de muchas habitaciones de hoteles que se abrieron para los amantes, gracias a mi voz ¿Para qué hablar de mí? Fui Felipe Pirela, y que fuerte, un manojo de llaves solo fui.
Canción para este cuadro.