A propósito del cumpleaños de Aura


A propósito del cumpleaños de Aura. Suelo recordar que ella estaba conmigo en momentos y situaciones donde en tiempo real sería imposible, sencillamente por que no la conocía en esas fechas. Entonces ¿Son esos recuerdos? No sé si es bueno, es malo, o si es sano. A mí me gusta esa travesura de la mente. Creo ver a Aura a mi lado la primera vez que siendo un niño muy pequeño conocí el mar, y creo que yo -ingenuo salvavidas- la cuidaba de no ahogarse, pues Aura, al igual que ahora, no sabía nadar. Me veo llegar al colegio ¿2 grado? para buscarla y contarle sobre un sueño donde inevitablemente ella estaba jugando conmigo a atrapar hojas bajo un árbol que las soltaba sin parar, el mismo árbol donde nos besamos por primera vez y sin tocarnos. Tengo e recuerdo de caminar con ella llevando sus libros por las calles de un Caripe remoto, para luego al doblar la esquina volver tranquilamente a Caracas, acostarme en casa pensando en ella y despertar en Liverpool o Barcelona, para salir corriendo nuevamente a Caripe, buscarla y convencerme que ella era real. Tengo la idea que la primera vez que leí “Piedra de mar” fue de una edición que ella me prestó, y que se la devolvería años después cuando juntamos nuestros libros en una misma alacena de sueños y café. Recuerdo algún verbo mal conjugado en una carta que no terminé, y ella calmándome solidaria a mi lado. La primera y única vez que intenté un poema, fue para Aura. Recuerdo, que con 10 años nos gustaba perder el tiempo para ganar vida jugando a atrapar hojas que caían naturalmente del árbol aquel ¿O fue un sueño que le conté? Mi primera navidad, ya con edad para recordar, la visualizo con ella destapando nuestros regalos y compartiéndolos mutuamente, jugando a carritos y muñecas, tímidos de vernos a los ojos, pero felices. Mi primer fin de año, creo recordar que fue a su lado. Es como si no hubiera tenido vida, no sin ella, pues un pasado distinto no me interesa, me disculpan la franqueza. Creo recordar como si hubiera sido ayer que el último 31 de diciembre de mi existencia en aquel manicomio que es la vida, con la cabeza repleta de recuerdos luchando en mi mente, le dije con las pocas fuerzas que tenía -Feliz cumpleaños, amor mío-. Creo recordar -no me llega el año- morir feliz y agradecido pensando en ella. Te amo toda, Aura de mi vida. Feliz Cumpleaños.
31 de diciembre de 2017.

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