domingo, 10 de septiembre de 2017

Para Miranda, por su tercer cumpleaños.






Para Miranda, por su tercer cumpleaños.
22 de agosto de 2017.

Quisiera prometerte, Miranda -sin dramatismo y seguramente con mucha cursilería-, por cada una de tus elaboradas travesuras, tus besos obligados y los abrazos que te robamos. Por esa forma tan graciosa como dices: “Se aproxima una tormenta”, que nada malo te pasará en este mundo, donde tantas cosas malas pasan.
Quisiera prometerte, Miranda, amparado en un poder que no tengo, y por lo juguetes que tuve alguna vez y los que no tuve también, que los fantasmas que transforman tus sueños en pesadillas con esas mascaras feas –como dices tú-, caerán bajo la espada de papel de nuestra protección, para que sigas durmiendo feliz y toda choreta, como lo haces.
Quisiera prometerte, Miranda, que en un papel sellado y firmado por Dios –o quien se encargue de los asuntos relacionados con los niños- se asegurará que la vida será justa para ti y todos los infantes. Sin trampa, al menos. Una batalla en buena lid con otras personas que hoy, como tú, tienen esa tierna edad y andan por ahí despreocupados y hasta envalentonados, sin idea alguna de la realidad.
Quisiera prometerte, Miranda, por aquel perro que no pudimos tener, arriesgando las promesas pendientes del niño que ayer fui, que ni una innecesaria lagrima tendrás que sufrir, y que tampoco a nadie –ni por amor- le harás sufrir otra lagrima así.
Quisiera prometerte, Miranda, por esos momentos de confusión donde me llamas papá, por las veces que pides las cosas con cara de “por favor”, que correrás descalza por la terraza -como tanto te gusta-, al menos hasta el día que yo no esté para escribirte cartas de cumpleaños que nunca leerás.
Quisiera prometerte, Miranda, por tu desfachatez, por tu desparpajo, por las manos y pies de Aura, por sus labios y sus secretos benditos. Por la ansiedad y los temores de tu bisabuela, Ana. Por la sonrisa eterna de tu bisabuelo, Ernesto –a quién no pudiste conocer-, por tu mamá, que estarás bien, y que servirás para algo bueno, que como dice el poeta, eso debe ser la felicidad.
Pero fíjate, Miranda. Hoy que cumples 3 añitos, estamos aquí, felices, pero con temores y miedos. Tontamente navegando en la necedad de vasos medio llenos o medio vacíos. Seguramente, y en el marco del acontecimiento, deberíamos estar optimistas por ti y lo estamos. El optimismo lucha sostenido en la sonrisa de Aura y la misma tuya. La cotidianidad de la tristeza la tengo disfrazada de creatividad, que no es tal, en el fondo es supervivencia e instinto de seguir adelante.  Atropellando torpemente las últimas obras para que no que se queden sin final, aunque nunca se lleguen a estrenar, -que lo mismo, igual será-. Feliz cumpleaños, Miranda. Te queremos y te deseamos lo mejor, todos.
Paúl y Aura

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